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El Viaje

La llegada

Gracias al regalo de Myriam (los pasajes) tuvimos la suerte de viajar en un micro de última generación, con aire acondicionado, camarero, asientos cama y TV Satelital.

Miramar nos esperaba

Pero la ciudad de los chicos se llevó un chasco porque los dejamos en Buenos Aires.

El arco

Lo encendieron para darnos la bienvenida. Nos parece horrible pero no queríamos herir suseptibilidades y nos sacamos una foto ahí también.

Los fuegos artificiales

Menuda recepción tuvimos, primero el arco y después los fuegos de artificio.
¿Nos habrán recibido así porque precisamente no llevamos los chicos?

Los vecinos

No habíamos terminado de bajar del remís que ya nos estaban esperando para darnos la bienvenida.

Tardes de siesta

Como todo pueblo costero, la hora de la siesta es sagrada, salvo para los turistas.
Así que tuvimos tiempo de recorrer sus calles sin el aglomeramiento de gente habitual.

La Rambla

Después de recorrer sus calles nos dirigimos a La Rambla donde pudimos respirar el bello e inconfundible olor a mar.

La peatonal

Pero la necesidad de aglomeramiento tarde o temprano llega. Y la peatonal es el lugar indicado para complementarlo con compras y distracción.

El Boliche

Luego de las compras y distracciones, decidimos una noche asistir a la tertulia que se estila en ese sitio (era la casa de una tal Mariquita no sé cuánto).

La playa

Y si no para qué vamos a ir a la costa. Lástima que estaba llenos de europeos registrando las próximas tendencias que se van a usar en sus pagos.

El mar

Y nos metimos!!. ¿o pensaron que de la pelopincho no pasábamos?

Las piedras

Y pasamos por la rambla, las playa y el mar. Nos faltaban las piedras.

Las olas

Y si después de casarte pensás que ya no te queda nada arriesgado para hacer, te proponemos esto que está muy bueno.

Y el viento

El surf es un vicio.

La ballena

Y si Jonás viajó en una ballena por que nosotros no. Lástima el ponja que nos sacó la foto del barco, le salió chiquita.

 

Lamentamos haber perdidos las de verdad, pero intentamos plasmar aquí el nivel de experiencias que tuvimos. No obstante los invitamos a mandarnos sus propias fotos de nosotros en Miramar. Esas que nos sacaron sin que nos demos cuenta, como las de arriba.



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